sábado, 6 de octubre de 2012

El legado Subersivo de sus satánicas majestades

EL LEGADO SUBVERSIVO DE SUS SATÁNICAS MAJESTADES



Por: Juan Carlos Castrillón 


"La música se tenía por algo serio, sagrado, que debía purificar los sentimientos de los hombres."
Yu/El entusiasmo. I Ching. 
para Brian Jones y Richard Alonz.
 
 
La música negra-con el Blues y el Jazz a la cabeza-revolucionó la cultura occidental a partir del comienzo del siglo pasado. En Europa, las artes se encontraban en un duro callejón sin salida, debido entre otras razones principalmente al inicio de la crisis endémica del sistema capitalista. Gracias a la bocanada de aire fresco que implicaron estos estilos musicales a nivel técnico, estético e ideológico, pudo darse una rádical renovación de las expresiones vitales de las clases dominantes-literatura, cine, música, plástica-en interminable decadencia. Como siempre,  esta revolución cultural fue generada por las eternas ansias libertarias de los trabajadores. El Blues es música de esclavos, de seres desposeídos que abominan la injusticia, pero que han debido padecerla hasta la ignominia en carne propia,  perpetrada por la minoría anglosajona europea y americana, inmemorialmente racista y neuróticamente conservadora-cobardes y asesinas aún agrego-. Una de las raíces del Shrag (antecedente directo del Blues) son las worksongs o canciones de trabajo, cuya ley según el antropólogo alemán Janheinz Jahn consiste en: intensificar la energía mediante la música. Su efecto es la transformación del trabajo en una especie de juego, de danza, lo cual a su vez provoca una exitación que no puede producirse con la monótonas tareas diarias.
      Así el esclavo subvertía las penosas jornadas de trabajo sin salario, y aún  funciona, porque el Blues en un ritmo maldito, barriobajero-como el tango, el flamenco, el son, etc-que trastorna imparable cualquier orden establecido. Los grandes bluseros manejan fórmulas espirituales que arraigan la vida en contra de la pulsión tanática, provocan la esperanza de cambio, de trascendencia, en las peores condiciones posibles. Aún bajo la esclavitud miserable a la que nos sigue condenando la clase dominante. Como siempre, desde aquellos tiempos del ball and chain (cadena y bola de hierro que los esclavos llevaban en los tobillos también conocida como The Blackberry) la fuerza espiritual de los pueblos consigue la superación histórica. Este canto de guerra negro que cura las heridas más intimas en el corazón humano; esa ráfaga, el blues, esa diablura; la rabia de vivir (Borges y Mezzrow dixit) nutre el rock Inglés de los Rolling Stones.
      Los Stones fueron los primeros jovencitos ingleses en atreverse a imitar a los negros, llevar el cabello muuy largo, adoptar una actitud desafiante en contra de la corrupta "autoridad", tocar pesado, sexoso y distorsionado, no usar uniformes, salir al escenario con su ropa del diario, todo lo cual era considerado de muy mal gusto ya que a los chavos se les exigía una conducta intachablemente servíl con el mundo adulto. Mientras los Beatles cantaban Quiero estrechar tu Mano, Jagger y compañía reinterpretaban al tremendo Willie Dixon berreando ¡Quiero Hacer el amor Contigo!  Lennon, Maca y los otros sonreían candidamente en fotos para adolescentes ingenuas, mientras Brian Jones y sus secuases mostraban la caradura, seria e inmutable del rebelde atormentado por el hartazgo.      Intuitivamente desarrollaron esa imagen de niños delincuentes, feos y malditos, dispuestos a comerse el mundo, regurgitarlo, y vomitarlo a los pies horrorizados de los adultos; ese feismo poético sacudió gravemente los oxidados referentes de aquellos mayores de treinta años. Groseros, mal portados, vulgares, valemadres, la llegada del manager Andrew Loyd Oldham significó la independencia creativa para la banda , en una industria dominada por tipos encorbatados en cuerpo y alma. Su primer single Come On-un cover al poeta negro Chuck Berry-solo llegó al número 50 en las listas de popularidad, mientras The Beatles estaban en el # 1 con From me to You; Mick Jagger sonaba irónicamente enfadado mientras canturreaba:Solo otro tipo estúpido tratando de alcanzar otro número uno. Pronto desatarían la envidia y el escándalo en la estratificadísima sociedad inglesa al convertirse en modelos de inconformismo y empezar a amasar  su fortuna-basada en el trabajo y el talento artístico y nunca en la brutal explotación de sus semejantes (al menos eso espero)-a principios de los 60, las bandas se juntaban a hacer música porque la amaban, y por el placer de compartirla con los amigos, no para vender y hacerse millonarios.
     Una madrugada de finales de 1964 Keith Richards se despierta, aún mediodormido graba en una cinta de una casetera que tenía preparada junto a la cama el riff de uno de los primeros himnos del rock, la demoledora sátira de la alienación consumista Satisfacción, para despues seguir durmiendo a pierna suelta:

No consigo satisfacción
y eso que trato
cuando voy conduciendo mi auto
Y aquel hombre de la radio
insistiendo una y otra vez
sobre una inutil información
que se supone incendiará mi imaginación
y cuando miro la tele
y ese tipo sale diciendo
lo blancas que pueden ser mis camisas
pero no puede ser un hombre
pues ni siquiera fuma
la misma marca de cigarros que yo.

     A partir de aquí, se suceden una serie de disturbios, caos, y escenas de violencia e histeria colectiva en sus presentaciones en vivo. El certero escritor Inglés Nick Cohn-uno de los primeros críticos de rock, autor del excelente libro Awopbopaloobop Alopbamboom-define de este modo la vanguardia representada por esta banda:

Realmente los Stones fueron grandes liberadores:crearon un nuevo estilo de arrogancia y el cambio pudo observarse en la ascensión del Mod, en Carnaby Street, y Radio Caroline, en Cathy McGowan y los Who , y más tarde en Twiggy. No eran propiamente creaciones juveniles, pero casi todos los que se hallaban envueltos en ello eran menores de treinta años.Nada de eso hubiera sido posible en los años cincuenta. Por primera vez Inglaterra tenía algo parecido a una sociedad joven funcionando por su cuenta, y creo que fueron los Stones, y no los Beatles, quienes la encabezaban.

El Sistema respondería de la única forma que sabe hacerlo en estas circunstancias, con represión, censura, descrédito y cárcel. Todos estos enfrentamientos con "la ley y el orden" solo hicieron más populares a las Piedras Rodantes. Recuerda Keith en sus memorias tituladas Vida :

Y luego se convirtió en una historia de "nosotros contra ellos". Yo no me habría podido imaginar jamás que al imperio británico le diera por meterse con unos cuantos músicos. ¿Dónde está la amenaza? ¿Tienes armadas y ejercitos y te da por enviar a tus malvadas tropas de mierda a atacar a un puñado de trovadores? Para mí aquello fue la muestra de lo inseguros que son en realidad los poderes establecidos y los gobiernos; y de lo sensibles que pueden llegar a ponerse frente a cosas que en realidad son triviales. Pero el hecho es que, cuando detectan amenazas, no paran de buscar al enemigo infiltrado sin darse cuenta de que la mitad del tiempo en realidad ¡son ellos! Fue un asalto a la sociedad en toda regla. Tuvimos que lanzar un ataque contra la industria del entretenimiento y luego el Gobierno nos empezó a tomar en serio...

    La dura realidad los llevó a buscar respuestas contundentes en los escritos de los grandes maestros conspiradores:Marx, Engels, Bakunin, Lenin y Mao, principalmente. Estas notables influencias significaron una madurez y profundización en su música; haciendo un impresionante despliegue estilístico que sentó las bases de lo que ahora se conoce como "Rock Clásico". Una de sus primeras obras maestras Banquete de Pordioseros, fue fiel reflejo de la creciente proletarización de la cultura, ejemplo de este singular proceso(consistente en que la aburrida burguesía mira hacia abajo y se da cuenta de la alegre efervescencia de la clase trabajadora:checa guey que chido se la están pasando esos pinches nacos, y  comienza a imitarla, a calcar su forma de vestir-¿acaso no eran los jeans/pantalones de mezclilla o sea los overoles con el peto recortado/el emblema de los mineros y los obreros antes del los años 50?-de hablar, de bailar, de comportarse...) son los tatuajes y los percings que hace medio siglo eran patrimonio exclusivo del lumpenaje y ahora   son ridículo lugar común de las "niñas bien".
     Este fue el despegue hacia un periodo de absoluta genialidad. Himnos de conciencia del movimiento juveníl. Peleador Callejero:

Paz, paz. No, no está muerto. No, no duerme.
Despertó ya del sueño de la vida,
en tanto que nosotros, extraviados
por sombrías visiones, mantenemos
una contienda inútil con fantasmas,
y en transe de locura, golpeamos
con el terco puñal de nuestro espíritu
invulnerables nadas.
Y el ciego enjambre de las esperanzas
nos hormiguea dentro de la carne.

Aún pudieron sobreponerse y alcanzar el pináculo de su talento creativo en dos extraordinarios albumes: Dedos Pegajosos y Exilio en la Calle Principal. En las posteriores décadas  se han mantenido haciendo cosas interesantes, propositivas, hasta cierto punto críticas(recuérdese por ejemplo aquel High Wire en protesta a la primera invasión a Irak) y por lo menos dignas, aunque el haber tocado en el cumpleaños del tal Clinton me pareció un acto patético totalmente innecesario. La influencia de estas leyendas puede rastrearse hasta la actualidad en agrupaciones de diferentes géneros, del punk al dark, y del metal al hip-hop; ademas de que continuamente son -y serán-redescubiertos por la nuevas generaciones en busca de verdadera poesía para construir la música del futuro, para hacerse responsables de sus tareas históricas y transformar definitivamente está etapa de depredación humana que aùn estamos padeciendo.

     Aquí compartimos algunos videos de los subersivos rockeros mencionados:



Street fighting man
(Peleador callejero)
Rolling Stones.




Satisfaction
(Live, 1997)
Rolling Stones

Symphaty for the devil

Rolling Stones


 

Loving Cup
(Album: Exile on maine street, 1974)
Rolling Stones

 


Juan Carlos CastrillónNació en México, D.F., el 3 de octubre de 1967. Es egresado de la escuela de escritores de la SOGEM. Ha publicado en los libros colectivos: Chiapas, pedacitos de historia (crónicas) y Paraguas para remediar la soledad (poesía); también en revistas y en el suplemento cultural del periódico El Financiero. Es fundador del Colectivo ¿La Decena Trágica?, mismo que ha dado recitales, ponencias, pláticas y conferencias en numerosos recintos culturales, librerías, preparatorias y colegios.Ha tomado talleres de poesía con Raúl Renán, Saúl Ibargoyen y Óscar Oliva; de narrativa política con el maestro Luis Carrión, y de dramaturgia con Hugo Argüelles. Además imparte el taller ?La poesía en el rock? desde hace ocho años, que ha tenido lugar en diversos sitios como el Corredor Cultural Balderas, Foro Injuve y el Circo Volador. Tiene cuatro libros de poemas, una novela y un libro de cuentos, todos inéditos y actualmente prepara una antología de canciones-poemas de rock, acompañadas de ensayos sobre el mismo tema, próxima a publicarse. Sobrevive impartiendo clases de inglés.

 

 

 

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